domingo, 16 de diciembre de 2007

GAMBERRADAS


Mi padre me enseñó una poesía cortita, que se la enseñó mi abuelo. Dice asi:
Don Pedro el Cruel
Rey inmortal,
a los cosacos
dió libertad.
Y los cosacos, agradecidos ,
le regalaron un orinal.
¿Para qué?. Para oprinar.
¿Para qué más?
Para librar al mundo de todo mal.

Un poco surrealista, pero yo de niña me reia mucho.

1 comentario:

Alvaro Alonso Ibeas dijo...

Pues mi padre la cantaba así, con música de marcha militar (que yo recuerde):
Don Pedro el Cruel
era un buen Rey
que a los Cosacos dio libertad, dio libertad.
Y los Cosacos
agradecidos
le regalaron
un orinal.
¿Para qué?, para mear
¿Para qué?, para cagar.
Tinta china de escribir;
los cojones de un Civil.