GATOS INSENSATOS Y HABANERAS YA INEXISTENTES

¿Por qué les gustará tanto a los gatos meterse en bolsas, y otros sitios que podrían ser una trampa? Son unos locuelos. Tengo una gata que lo que más le gusta en este mundo, además de que su amo le haga minitos, es meterse en toda caja de cartón o bolsa de ídem que ve, y luego el colmo ya en que la paseen por toda la casa metida en su escondite, sacando sólo el hocico y los ojos. Son como niños los animales. Por eso me parece tan mal hacerles daño. Están dañando a un inocente. Bueno, la verdad, y aunque me gustaría, no me pondría a rascarle detrás de las orejas a un tigre o a un león, aunque creo que tienen un ronroneo que parece de un motor diesel. Pero el amor de un león o tigre es peligroso, pues te quieren hacer una caricia estilo gato, e igual se te llevan media cara.
Ahora cuando he empezado a escribir esto de "porque el amor..." me he acordado de una antiquísima habanera catalana que me cantaba mi madre, ya de mayor, y que venía a decir así: (esto se ha perdido, quizás sea yo la única que se acuerda de la musica, aunque tengo un oído fatal, y algo de la letra. )Dice:
Erase
un pueblito muy lindo que,
recostado en el mar,
semejaba un nidito de amor,
un jardín ideal...

En él
vivia una niñita que
era tan bonita,
orgullo de la aldea.

Mientras las olas
murmulaban burlonas,
su eterno son,
su eterno son.

Hasta
que llegó un marinero
a bordo de un gran velero que
a la niña enamoró.

Y por las noches,
a la luz de la luna,
le dió su amor,, le dió su amor.

No hagas caso niñita, no,
del amor que te trajo el mar
que lo mismo que te lo llevó
el mar te lo arrebatará.

Que el amor de un marino es
una brisa sentimental
que te besa y te acaricia, sí,
pro muy pronto se te va.

Mientras las olas
murmuraban buronas,
su eterno son, (bis)

Al partir,
el marino hacia el azul mar,
en la playa quedó,
la muchacha que,
impaciente esperaba ver
muy prontito a su amor...

Mientras las olas,
murmuraban burlonas,.
su triste son,
su triste son.

No hagas caso chiquita, no...

Cuando mi madre me cantaba esta habanera yo ya no era una niña de estar en brazos, sino una niña a secas, y como siempre he sido "una cagarrazones", como me cia mi padre, o una puñetera que le sacaba punta a todo, como decía mi madre, yo razonaba así: "Sí pero cuando a la niña le van bien las cosas, las olas tienen un son eterno, pero cuando está triste, entonces el son dice que es triste...". Y mi madre me contestaba: "Es verdad. Es que todo depende del estado de ánimo".

Esta habanera puede ser una cursilada, pero tiene una música muy bonita, y además se ha perdido completamente. Creo que solo yo o quizás algún marinero viejo catalán, que ya deben haberse muerto todos los que la sabían, la conoce. Aquí queda constancia.
¡Hay que ver!. He empezando hablando de gatos en cajas de cartón, he seguido con tigres y he terminado en una playa de La Escala, donde tienen las mejores anchoas del mundo...