
La parte del mundo que más me fascina es Asia Central, quizás porque sea la más desconocida. Ahora, con las guerras, es un poquitín más conocida,y hay quien ya se ha enterado de que Georgia, por ejemplo, no es sólo un estado USA; que hay otra Georgia por las inmensas llanuras aquéllas donde los niños aprenden antes a montar a caballo a pelo que a andar, como quien dice... En tiempos de la Unión Soviética, como estaba todo, por decirlo de una manera burda, "pegado" dentro del imperio soviético, menos conocidas aún eran aquellas soledades, aquellos desiertos por donde tal vez volaran los demonios, que, según los entendidos, gustan de lejanos y áridos parajes. Pero todo esto no es más que literatura barata. Yo tuve la suerte de empezar a aprender el ruso a los 20 años, con una profe rusa, en el método, que entonces solo se encontraba en francés, de Nina Potapova. Me parece que ahora ya lo han traducido al castellano, pero para mí es el mejor que se ha hecho para adentrarse en los entresijos de esta lengua, cuya mayor dificultad no es que se escriba en alfabeto cirílico, sino que, entre otras gracias, se declina casi todo, y hay casos gramaticales que no figuran en las lenguas latinas ni germánicas. Allí encontré yo la información que buscaba sobre Asia Central, mi tierra de promisión, cuyo mayor y más bonito exponente es La Ruta de la Seda, que iba desde Venecia a Pekín (o Beijing, su verdadero nombre). Yo no he podido hacerla toda, sólo en el principio y el final, pero para mí ver un caravansar donde se alojaban los camellos y había un lugar para estos animales, otro para las mercancías y otro para los hombres, me retrotraía a una de las épocas que más me gustan de la Historia, mi asignatura preferida. Caravansar viene del ruso kerbansarai, que quiere decir alojamiento para caravaneros. Allí se bebía, comía, dormía, se cerraban tratos y había pocas mujeres. Alguna puñalada en la oscuridad, algún veneno vertido en una copa distraida...Todo un mundo desparecido pero que se ha quedado fijado como un cliché en el pasado, y como el tiempo no existe...Escribo esto a las cuatro y media de la mañana, y no estoy dormida en absoluto, pero la casa está en silencio, mi marido, las gatas y mi pareja de canarios duermen.Sólo yo velo, y es buen momento para dejar volar la imaginación cuando no se oye si el vecino de arriba ronca (que cuando ronca, ronca de verdad). La casa es mía, y estoy sentada frente al ordenata, con la única luz de una lámpara pequeña de esas que tanto me gustan, llamas art-déco, de cristales de colores que tamizan la luz. Mi marido dice que yo debo tener algo de vampira, pues no me gustan los ambientes demasiado luminosos , excepto en el mar y la montaña, en la ciudad no, y sólo tengo la luz indispensable para escribir o leer. Pero siguiendo con mi costumbre inveterada (qué diantres querrá decir eso?.Lo tengo que mirar en el diccionario.) soy mujer de la alta Edad Media, cuando se escribía a la sombra de un candil y éste proyectaba su luz de aceite con su mecha encendida dejando a oscuras los rincones. Brrrr.....Pues siguiendo con Asia Central,que no quisiera morirme sin haber visitado Samarcanda y Bujará, donde se hacen las alfombras más bonitas del mundo, y en la primera está la Gran Mezquita y sobre todo el mausoleo de Tamerlan, Timur Lang, su verdadero nombre, el conquistador sanguinario, que ese edificio es una preciosidad, con ese azul que es tipico de aquellas soledades, en que las ciudades distan cientos de kilómetros unas de otras, yo queria decir ya desde un principio pero me he enrrollado como una persiana, que los turcos son los grandes desconocidos . Los turcos no son sólo los habitantes de Turquía, sino que también son turcos los componentes de las numerosas tribus de por allí, kirguises, mongoles, hunos, azerbaijanos, etc. En el libro de la Potapova se hablaba, (y lo tenía que traducir) de toda esta gente, y me lo pasaba pipa. No me interesaban las cosas de las chicas de mi edad (excepto los miembros del sexo opuesto), como los cantantes, como los Beatles (solo me gustaba Yesterday), los Rolling, los Pencos o los Pinchos, el Dúo Dinámico...y tampoco era nada presumida, y eso que entonces era una chica muy guapa, pero nada presumida, .Ahora para consolarme me dicen que "quien tuvo retuvo", que lo agradezco, sin ningún resquemor, porque mis héroes no eran los cantantes de rock o de boleros, sino estos personajes históricos que cabalgaban como locos por las llanuras amenazando Europa, tan tranquilita (a su lado, pardiez), con los bizantinos discutiendo sobre el sexo de los ángeles mientras tenían los bárbaros a sus puertas y ellos en la inopia. Algo parecido está sucediendo ahora, que Europa, la decadente, mejor dicho Occidente con su amo el Tio Sam, que vive despreocupadamente cuando tiene encima acechando al Tercer Mundo, que estarán flacos y desnutridos (no todos, los chinos comen cualquier cosa) , pero que vivimos llenos de cosas inútiles, cargados de riquezas que ya no nos hacen felices (excepción a estos los que no pueden pagar las hipotecas, que me dan una penita...)y derrochando dinero, derrochando Naturaleza para convertirla en objetos inútiles, porque la sociedad de consumo es como un horno crematorio nazi, que todo se lo traga y lo convierte en humo, y se alimenta en forma de círculo vicioso...Pues volviendo a Bizancio, cuando los turcos entraron, los bizantinos decadentes no hicieron nada,les dejaron Bizancio cual tábula rasa ypasó a convertirse en la magnífica Estambul, y Aguia Sofia convertida en mezquita, donde dentro se conservan los cuatro redondos enormes escudos de los cuatro principales compañeros del Profeta. Ahí se ve el poder del Islam. Yo me quedé atónita y fascinada, y también por las pinturas bizantinas, que después de las de San Vital en Rávena y San Marcos de Venecia, son las mejores del mundo...(por cierto, tenía una vecina que era mujer muy de su casa, quien me dijo que Santa Sofía no le había gustado nada, pues estaba muy sucia, muy vieja y todo lleno de polvo. Es de esas personas que está delante del Taj Majal, y en vez de mirarlo, ve una caca de burro que hay en una esquina. No déis perlas a los puercos, como dijo Isa...
Los turcos procedían de los hunos, sus antecesores, una de las tribus centroasiáticas más
antiguas, que mandaban mucho en las otras (turcos también) antes citadas, kirguises, kazajos (los cosacos), etc. y que perdieron su hegemonía en en s. II después de JC.Los hunos a su vez se subdividían, como las matrioshkas, esas muñecas rusas que se van metiendo unas dentro de otras, en otras tribus, o sea que era un lío de miedo. Me parecen que ni los historiadores se aclaran...También Nina Potapova hablaba mucho de los Piechieniegos, otra tribu turca de por allá, que cada rama iba a su aire, y solo hacian piña y se juntaban como un solo hombre cuando habia guerra. ¡Cómo me hubiera gustado ver esas escenas de las tribus juntándose en la Gran Llanura centroasiática, unido los enemigos para pelear juntos!.Primero se instalaron al norte del Mar Negro, en el área de los ríos Don y Dnieper (allí estaban los kashajos, o cosacos).Luego bajaron hacia los Balcanes y pelearon todos contra el enemigo común, los rusos. A los bizantinos los miraban por encima del hombro, , despreciativamente.Ni caso. Toda esta gente de la que he hablado eran nómadas, o sea que en su vida habían visto una col o un trigal o un campo de arroz, eso se lo dejaban para los complicados chinos, allá ellos y sus manías, pero eran miles que durante siglos fueron los señores de la guerra en las vastas y desoladas llanuras centroasiáticas. A sus jefes no les construían mausoleos, porque sabían que serian saqueados, sino que excavaban la tumba bajo tierra, con todas sus pertenencias, y por fuera nada se notaba en el llano. O sea, que no sabemos dónde está enterrado Ginguis Jan, ni Atila, ni ninguno de aquellos turcos variados tan desconocidos para los que no aman soñar con los hechos del pasado y se consuelan con una consola .(qué triste consuelo). Otro día seguiré con mi rollo, pues esto da para más...uyyy...
Frase de Lao Tsé en el Tao-te-King, muy apropiada para la sociedad occidental:
"Quien posee cien carrozas no posee ninguna carroza".
El que pueda entender, que entienda.
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