lunes, 16 de junio de 2008

Verano

Hoy hemos ido a nadar a Cala Blava, donde hay rocas y una escalerita y un club de buceo donde nunca hay nadie, solo un inglés que se llama Randy, y que tiene un bar. Luego llega más gemte., pero como nosotros vamos cuando abren, a las diez, podemos elegir sitio. Cogemos una tumbona y yo me voy al agua, mientras Paco instala el campamento.He disfrutado nadando, pues el agua no estaba nada fría y he hecho ejercicio. Luego nos hemos ido al Arenal a un bar de alemanes (alli casi todos lo son) y yo me he tomado un helado monumental y Paco un granizado. Se ha puesto a régimen, pues con la cantidad de pistachos que traga, había engordado, y esto no puede ser.
Ayer fuí a la mezquita con mi chilaba nueva, granate, que hace juego con el pañuelo que me regaló Amina. Cuando la ví lo pensé, y como es bonita y solo me ha costado 32 euros, la compré- Yo salgo de casa vestida ya con el velo, y cada vez asusto a unos vecinos diferentes. Algunos disimulan mejor que otros el estupor que les causo. Por la calle me crucé con una señora mallorquina , que, sin conocerla de nada, me dijo¡ QUé calor, qué horror! ¡Cómo puede ir asi¡. Pero no esperaba respuesta y no se la dí. ,Fue solo un desahogo por su parte, comprensible, porque hace un calor que te cagas, con perdón. Pero la diferencia de ir con o sin la chilaba no es demasiado grande. Yo cuando voy de normal paso el mismo calor.
En la mezquita, cuando esperamos para la oración, y Abdullah sube al minarete y llama a los fieles, charlamos de cosas pías. La que lleva la voz cantante es Leila de la Los Ojos Grandes, y me ha ido muy bien conocerlas, pues me han ayudado mucho. Hablamos a veces de vivencias y yo mencioné lo mal que me había llevado con mi madre, y entonces Leila me dijo, con mucho tacto, que ya hacía diez años que había muerto, y que tenía que olvidar estas cosas. Creo que tiene mucha razón. Tampoco era tan mala, y yo era una víbora también. De tal palo tal astilla. Además, y ya no voy a hablar más de este tema, yo la quería, y ella también a mí, pero no encajábamos. Sin embargo, también tengo muy buenos recuerdos. Se acabó.
A veces Abdullah, antes de la oración, viene y nos da una chocolatina. A m-i me hace mucha gracia, .
Ayer Leila me dió todas las oraciones que hacemos escritas en árabe, pues ella puede escribir a máquina en árabe, y yo luego por la noche las copié en mi agenda. Fué un trabajo de chinos, pero me quedó bastante bien. Tengo una caligrafía bastante aceptable. Esto de la caligrafía, , se mira mucho. Desde hace muchos siglos ha habido escuelas de calígrafos y diversas clases de escritura, como en los idiomas latinos la letra gótica. Está la letra cúfica, que no hay quien la entienda, y otras más que ahora no recuerdo. Pero la más bonita es la que se usa normalmente en libros y la que la gente escribe-. Una de las razones por las que siempre quise estudiar el árabe fué por la caligrafía, lo encuentro precioso.
Una amiga mía que es muy gatera como yo y tiene una casa en la playa del Arenal, me ha invitado a pasar un fin de semana con ella. Yo he aceptado, porque es muy cómoda y nos llevamos muy bien. Nos pasaremos todo el rato de cotorreo. Tiene la casa llena de gatos, propios y ajenos, y alimenta a todo bicho viviente en varios kilómetros a la redonda. Yo también la he invitado, como cada verano. En verano es cuando hago vida social, e invito a los amigos a merendar en la terraza, que se está muy bien. Les suelo hacer gazpacho, que les gusta mucho, porque lo hago según las normas, y no le pongo cebolla ni tomate de lata u otras aberraciones que la gente suele hacer. Esta que me ha invitado también se llama Maria Dolores y nos llamamos mutuamente “la Otra”. Cada noche me manda un mensaje por el móvil dándome las buenas noches, y yo también. Ya se ha convertido en una costumbre, y si ha sucedido algo especial nos lo contamos. Está muy sola. es soltera, y vive con su padre, ya viejo. Tiene un hermano que es un cantamañanas que siempre está missing (mejor para ella) pero la pobre a veces se deprime y su vida no es muy alegre. Pero tiene buen carácter y nos avenimos. Esta fué al Sagrado Corazón, pues es de casa bien, y tenía por compañera de clase a la que es amiguita del rey, una tal Marta Nosécuantos. ,que está separada hace mucho tiempo.
Ahora tengo un tipo que me manda mensajes anónimos al ordenata, y que me escribe en inglés. Se firma Piolín, y no da su nombre. Dice que lee todo lo que escribo y que escribo demasiado. ¡Será cara el tío!. La última vez me dijo que yo era una “spammer”, y no sé qué significa esto, pues he mirado en el diccionario y no lo he encontrado. Seguro que no es nada bueno. Mientras no le dé por asesinarme como en las pelis, a mí me da lo mismo que me diga que tiene mi s archivos pinchados. Que se empape y se enterará de cosas que seguramente no sabe. Además, no tengo nada que esconder, ni soy de la mafia ni del Mossad. Que le den morcilla.
Buf, voy a dejar de escribir porque en esta habitación hace un calor espantoso. Me voy a la terraza a seguir leyendo mi novelón sobre Kenia y haciendo crucis.
Adiós, queridos y sufridos lectores. Yo estoy fundida.
Pero ya vendrá el invierno, y a mí todas las estaciones me gustan. Todas tienen su encanto. Ahora la dama de noche está en flor y por la noche que es cuando huele, se está de maravilla en la terraza, roeada de plantas y gatas. Cada cual se lo monta a su manera. Yo soy muy casera, me gusta estar en casa, pero no el limnpiar. Para eso viene Milka, que precisamente anda por aquí trasteando, la pobre, y debe de estar sudando y yo me siento una explotadora de esclavos. Siempre le digo que coja de la nevera lo que quiera, y suele beberse una Coca Loca u otra cosa. Adios.

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