lunes, 28 de julio de 2008

La Lola
desde mi casa
ya los sabeis
gazapo@ono.com


7/26/2008

Envejecer es un asco.
¡Yo n o quiero! ¡ Buaaaaaa!!!!!
Pero n o me va a quedar otro remedio, a menos que haga un pacto con el diablo,, cosa que no me apetece. Además no sabría hacerlo. Y para acabar como el pobre Dorian Grey, hecho una piltrafa inmunda, pues no me hace ilu.
Ahora estoy más contenta porque por fin he fundido, a base de caminatas de 3 horas durante todo el mes de julio, y de regimen, los kilos que no sé cómo, insidiosamente, había adquirido. Yo creo que fue porque tenía la mala costumbre de comer entre horas. Además, comia de manera muy anárquica. Era la hora de comer y mi padre y Paco lo hacian y yo no. Y a lo mejor estaba a las 4 de la tarde comiendome dos huevos fritos. Además, yo tengo la costumbre, que no puedo evitar, de despertarme enmedio de la noche, a eso de las tres o las cuatro. Con un hambre tremenda. Y me iba a la cocina y alli arrasaba con todo lo que encontraba. Hasta el dia en que vi, con horror, ,que no entraba en la ropa. Esto no me habia sucedido antes, pues yo he tenido durante 30 años la talla 42, y comia todo lo que me apetecia. Chocolate, por un tubo. Y no engordaba. Pero esta vez sí. Alguna tiene que ser la primera. Me dijo mi psi que las mujeres, al llegar a una cierta edad, engordan, pero que pueden estar bien si hacen ejercicio físico y comen cosas adecuadas. Hasta ahora, no hago más que comer cosas adecuadas. Y me ha ido bien, pues solo me falta un kilo por perder, para estar como hace 6 meses, que es cuando me pasó esto.Estoy muy contenta, y cuando haya liquidado el kilo maldito no volveré a picar entre horas ni de noche. Pero de vez en cuando me daré un gustazo, como tomarme un vaso de Haagen-Dasz, que es una de las cosas, juntamente con el chocolate negro, que más me gustan. Espero llegar a cumplir mis buenos propósitos. Recuerdo con horror que en esa etapa en que estaba engordando, un dia me comí un Haagen Dasz entero, de una tacada. Claro, de aquellos polvos vinieron estos lodos.
Pero envecejer es una pepla, por mucho que digan que es la edad de oro, que ya se tiene experiencia (pero ya no se puede usar) y que la arruga es bella. ¡Qué va a ser bella!. Es un horror. Y yo que soy más presumida que la madrastra de Blancanieves... pero ya lo tengo asumido. Después de esto que me ha pasado he aumentado una talla pero me veo bien y estoy contenta, que es de lo que se trata. Pero no me gustaría llegar a edades bíblicas, como mi padre, que ya tiene 90 años, o mi abuela, que murió mientras dormia a los 102. Porque no se está a gusto. Yo veo a mi padre, que no se queja, pero todo el dia sentado en su butaca, no puede moverse porque se cae, y si tiene que ir al médico ha de ir en silla de ruedas. A mí el verle me deprime bastante. Pero se lo pasa bien mirando el canal Andaluz y cuando sale una flamenca bailando se le alegran las pajarillas, y él y Paco se ven todos los partidos, juegos de tenis y deportes. Yo los odio.(A los deportes). Mientras, leo. Leo muchisimo y escribo muchísimo también, y lo tengo que mandar a los amigos, porque si no, no me merece la pena. Neecesito lectores, aunque sean pocos.
Respecto al miedo a envejecer, se han dado casos en la historia dignos de estudio. Por ejemplo, la emperatriz de Austria-Hungria Sissi, que era una belleza. Yo estuve hace años en la Hofburg y alli vi sus maniquies,,enormes,,como de gigantona delgada, los chismes que usaba para hacer gimnasia (entonces ninguna mujer lo hacia) y muchos retratos. Desde luego, era bellísima. Y se cuidaba mucho. Pero por mucho que una se cuide, cuando se envejece, se envejece y no hay más cáscaras. Pues la pobre Sissi, que fue una desgraciada toda su vida porque el Francisco Jose le ponia los cuernos porque ella era frigida y no soportaba la corte de Viena y se pasaba la vida viajando (vino a Mallorca, a visitar a su primo el Archiduque Luis Salvador)(este si que era un vividor, que dejaba preñada a toda mallorquina guapa que se le ponia por delante).Pues como iba diciendo, en el palacio de Hofburg hay retratos preciosos de ella. Sobre todo uno, que yo lo conocia en fotos, ,pero al natural es guay,, y bastante impropio de una emperatriz., pero me parece que hacía lo que le daba la gana. Tenia una cabellera magnífica, y está retratada de medio lado, con los hombros al aire y el pelo suelto y extendido, salpicado de estrellitas de brillantes. Es uno de los retratos más bonitos que he visto nunca. Pero la puedo comprender, aunque fue muy criticada por retratarse así. Y es que la emperatriz Elisabeth era una narcisista de miedo, como yo, que me paso la vida mirándome a los espejos cuando voy por la calle. Pero esto me parece que casi todas las mujeres lo hacen.De todas formas, me gusta mucho, al contrario que a la mayoria de mis am igas, que me hagan fotos y quedar bien, no lo puedo remediar. Soy de .lo más presumido que he conocido. Debo salir a mi tia abuela Amparo, la madre de mi abuelo el bastardo, que era muy guapa y decían que antes de salir a la calle estaba dos horas delante del espejo arreglándose. Yo no hago esto, yo estoy lista en cinco minutos, pero la verdad es que soy muy vanidosa-Todo el mundo lo debe decir, pero me es igual. He llegado ya a un punto en que me lo paso casi todo por el arco del triunfo.
Otro caso muy curioso, que es poco conocido, es el de la cortesana llamada La Castiglione, que no quiero equivocarme pero me parece que vivió en Francia en el s. XVIII o principios del XIX,. no estoy segura. Esta señora era una belleza, yo tengo su biografia y también se hacia retratar y realmente estaba muy bien. Las mujeres sabemos cuando otra es guapa. Los hombres pienso que también, pero no lo dicen porque tienen miedo de que les tomen por gays. Pues esta señora fue amante de reyes, p``rincipes, diplomáticos y banqueros, que la cubrieron de joyas y vivia espléndidamente en una mansión en París. También ejercio de espia, pero no lo recuerdo bien. Lo tengo un poco confuso este período. Su desgracia fué que era una despilfarradora, y no ahorraba para cuando las vacas flacas, porque bien podría habersele ocurrido que cuando ya no estuviese de buen ver nadie le regalaria ni un bocadillo. Pues envejeció, su belleza se fué y ella malvivia en el palacio. Lo más curioso es que llevó tan mal el verse fea en el espejo, que hizo tapar todos los que habia en su casa, jamás salia a la calle `para que no la vieran, y murió en la miseria. Una lástima. Sissi también hizo algo extraño cuando ya no era joven y guapa. Ella iba siempre con un sombrero y un velo que le tapaba toda la cara, para que no se le viesen las arrugas. Seguia delgada y con buen tipo, pues ya dije que era altisima, pero estaba acomplejada y no queria que nadie la viera. Yo espero no llegar a estos extremos, a pesar de estar más loca que una cabra, pero me parece que el sentido del ridiculo me lo impedira. Lo que no pienso es hacer viajes con el Inserso, y cosas parecidas, aguantando las tonterias de las señoras gordas. Cerca de casa hay un hogar del Pensionista, o algo así, manejado por el PP, y alli organizan bailes y van los de la “edad de oro” a bailar y sales todos muy contentos, ellos tan orondos y bajitos.
No os voy a dar más la lata contando estas tonterias que no interesan a nadie, pero a mi me va bien. Y estoy contentisima de ser emérita, y pensar que ya no tengo jefes ni subordinados, ni responsabilidades ni vivo pendiente del reloj. Ahora salgo a la calle cuando me da la gana, hago lo que quiero, y, si no fuera por las depres, que tengo temporadas malas , viviria como el Papa. Pero a pesar de todo estoy contenta, porque ya tengo los deberes hechos, y me he divertido mucho y espero seguir haciéndolo.

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