
Tanto la Vicky como el Becky son un par de cursis. Y ella, encima, antipática. El es metrosexual, o sea que se depila, se pone cremas y cosas así. Ya ha dejado el fútbol porque desde que se ha casado con esta tía que no ríe nunca vive como un rajá. Hasta le ha regalado ¡un consolador de oro y piedras preciosas!, Será para ponerlo en una vitrina, pero me parece una horterada monumental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario