
Encuentro que Cécile, la ex de Sarkozy, es más atractiva y encima se parace a Carla Bruni. Incluso Segolène parece de la familia. Este señor atrae a las mujeres del mismo estilo.
Ahora acabo de leer en el Paris Match el relato de otra ejecución arbitraria en USA. Compro esta revista desde hace años infinitos, ya la compraban mis padres cuando yo era pequeña, y la considero la mejor en su género aunque sea tan con servadora.
Hay un relato de un periodista sobre la ejecución de un negro en Huntsville, que no sé muy bien dónde está, pero que me suena mucho. Me parece que por el sur, porque el día del asesinato del preso estaban fuera de la cárcel dos grupos de gente: Los del Klu Klux Klan cantando cánticos gozosos porque el convicto era negro, y los abolicionistas, que armaban un jaleo de mil demonios.
La historia se las trae. Resulta que este pobre negro desgraciado, un don nadie, estaba en el escenario de un crimen a tiros en la calle, y de los nueve testigos que estaban por allí en ese momento, sólo uno lo reconoció. Pues eso bastó para que lo procesasen y lo condenasen a la inyección letal. Dos días antes de la ejecución ocho de los doce miembros del jurado dijeron que no estaban seguros, y querían retirar su veredicto, pero no les hicieron ni caso.
Al llegar el momento de la ejecución, el periodista francés que cuenta esto dice que estaba a su lado otro colega yanki, quien le dijo que era la ejecución número 166 a la que asistía... El reo por lo visto cuando le quisieron atar se resistió y luchó a brazo partido, y le dieron tal paliza que le rompieron dos costillas, un brazo y le dejaron la cara hecha un cristo. Para que la gente que iba a ver el espectáculo no viera las heridas, lo llevaron tapado con una tela, y el hombre gritaba que era inocente, y que él no había matado a nadie. No creo que nadie en tal tesitura esté mintiendo. Bueno, pues se lo cargaron. Ya le habían puesto el pentotal, que es un calmante que les ponen antes de inyectarles el veneno, que no sé como se llama, pero debe ser parecido al que se usa para los animales. A estos también se les seda antes, lo sé porque he tenido que pasar por esto, y es horrible, pero ha sido con animales míos muy viejos y enfermos que sufrían. Por eso soy partidaria de la eutanasia. Pero es muy distinto cargarse a un ho,mbre joven, y sin pruebas. Es indignante.Se despidieron de él su madre y su mujer, que estaba embarazada de ocho meses. En la revista ocupa sólo una página y apenas hay fotos, solo la del pobre negro, y es una noticia más de las muchas más importantes que trae la publicación. Pero al menos los del Paris Match lo dan a conocer, que aquí en España ni nos enteramos, o pensamos que no importa.
PERROS Y GATOS EN LA HISTORIA-Tercera entrega
ARGOS
Había amanecido una mañana sin nubes. El cielo era azul y el mar más todavía en Itaca, patria de Ulises, isla del Mediterráneo, el mar de las sirenas.Era de un azul profundo bañado por el sol, el aire olía a sal y a peces y las gaviotas volaban, blancas, por encima de los acantilados , las rocas, el mar, la tierra.
El viejo perro levantó la cabeza, que tenía apoyada en sus gruesas patas delanteras y escuchó. Alguien venía por el camino. Parecían los pasos del amo. Aquel andar firme y ligero en un cuerpo tan grande y fuerte...Sí, parecía Ulises. Lo esperaba hacía años. Por aquel camino regresaría. Si es que regresaba...Era tan aventurero el amo. Siempre metido en líos con diosas, semidioses, monstruos....Esto le causaría disgustos. No se puede uno meter con la gente del Olimpo y parientes más o menos lejanos sin crearse problemas. .Pero al amo no parecía importarle demasiado. Y eso que amaba a su tierra, a su fiel Penélope, , a su familia, sus criados. A él, su no menos fiel perro. ..
Todo esto pensaba Argos escuchando los pasos del desconocido que se acercaba. Pero, ¡Ay, desilusión!. No era el amo tan esperado, sino un muchacho del otro extremo de la isla, alto y fornido también, que por eso se parecía en el andar, , pero ¡no su amo!.No le servía. . Volvió a dejar caer su cabezota entre las patas con un suspiro de resignación tan profundo que hizo revolotear el polvo ante su hocico. , huir despavoridas a unas cuantas hormigas que se afanaban madrugadoras por allá y dar un salto más largo que de ordinario a un saltamontes confiado que se limpiaba las patas cerca del can.
Argos cerró los ojos y recordó cuando Ulises lo trajo a su casa. Era entonces un cachorro de un mes y le cabía al amo en la palma de la ancha mano.
-Mira, Penélope-le dijo a su fiel esposa-.-Mira que guardián te traigo.- Será grande y fuerte, y cuando yo me vaya a cazar , a la guerra o a lo que me depare el Destino él te protegerá casi tan bien como yo.
El ama le cogió con cariño, le acarició y le mató una pulga que tenía cerca del entonces corto rabo, Argos lo recordaba muy bien.
Suspiró nuevamente. Empezaba a adormilarse, y los recuerdos del amo perdido por los Mares Tenebrosos entre quién sabe qué peligros se mezclaron con otros más cotidianos de persecuciones de gatos itacanos, que eran bastante bravos y asilvestrados.
-¡Argos, Argos!
Era la voz de Penélope. Argos se levantó de un salto, dió media vuelta y corrió hacia la casa. Sus cortas orejas se movían arriba y abajo y sus gruesas patas transportaban con sorprendente agilidad un corpachón de perro viejo y bastante gordo. Llegó junto a la mujer y empezó a lamerle las manos.
-Mi buen Argos- dijo ella acariciándole. -Me he asustado. Solo era el hijo de Tirseo, pero me han parecido los pasos de Ulises. ¡Ay, Argos, no quisiera que cuando el amo volviese me encontrase así, tan despeinada y desarreglada....!
El perro miró con sus ojos marrones a los dorados del ama. ¡Qué bella era aún!¡Y qué confiada!. Ni por un momento dudaba de la vuelta de Ulises.. No sería él quien la desanimase, porque no quería y porque no tenía el don de la palabra, cosa que lamentaba, pues ¡hubiese querido consolarla tantas veces!. Cuando ella lloraba y sus lágrimas caían sobre su cabeza de perro viejo al que el pelo se le caía a pequeños mechones, y cuyos ojos legañosos ella lavaba todos los días.
-¡Ay, Argos!. Hoy he visto velas en el mar, pero ninguna era la negra de Ulises.Cuánto tarda. Cuando vuelva ya seré vieja y mi pelo se habrá vuelto blanco. No hago más que tejer y destejer.
Esto decía siempre ama Penélope, , y él, fiel perro, no podía más que poner la cabeza en su regazo y gemir quedito.
Pero aquel día el ama estaba inquieta por el sobresalto al oír los pasos en el sendero, , igual que él, y se puso a peinarse frente a la ventana que daba al mar por donde venían los barcos. . No quería que pudiese llegar Ulises después de tantos años y encontrarla desaliñada. Pronto llegarían sus enojosos y gorrones pretendientes, pero les daría largas como tantas otras veces.
Viéndola tan ocupada, Argos volvió a su puesto de guardia frente a la casa y junto al camino. Se tumbó en el polvo con ruido de saco lleno de viejos huesos y se dispuso a esperar, como lo hacía desde muchos años , cuando aún era cachorro y el amo marchó a buscar aventuras y líos.
Al rato se durmió y el sol empezó a brillar más alto en el cielo. Bandadas de pájaros pasaron sobre su cabeza piando fuerte y el viento en los pinos hizo sonar las copas de los árboles como viniendo de muy lejos, de allí de donde tenía que regresar Ulises...
Pero lo que no pudieron los pájaros ni el viento ni el sol que calentaba fuerte lo pudo un sonido que le hizo salir de su sueño profundo, levantar la cabeza y que su hocico y su belfo se pusieran a palpitar como si vinieran legiones de gatos a su encuentro. Levantó todo lo que pudo sus pequeñas orejas, poca oreja para perro tan grande, , y olió rígido el aire que llegaba hasta él. Salto ycorrió por el camino pedregoso. No había corrido así desde que era cachorro y Ulises se lo llevaba de caza, , y sus cortas patas no podían seguirle, pues tan enormes zancadas daba. Ahora no corría, volaba.
Desapareció por el recodo del sendero hasta llegar a los pies del extranjero. Venía éste lleno de polvo, la barba con algunas hebras blancas y sucio, muy sucio. Pero alegre de volver a casa por fin. Nadie le había reconocido aún.Pero Argos sí. No le importaba si venía vestido de seda y en carroza de oro o que volviera así, como un pordiosero. Era su amo. Era Ulises.
-¡Argos! ¡Mi buen Argos!. ¡Tú me conoces¡
Se puso en cuclillas paraacariciarlo mejor, como cuando era pequeño. Detrás de las orejas, en el cuello. Se abrazaba a él y le daba palmadas como sólo un buen a,mo sabe hacer.
Argos se volvía loco. Había estado esperando aquel momento toda su vida y por fin él había llegado. Babeaba, daba ladridos entrecortados, , giraba alrededor de sí mismo, se revolcaba.
Aquello fué demasiado para su viejo corazón de perro fiel. Cuando Ulises le preguntaba:
-¡Argos, mi buen Argos! ¿Y el ama Penélope?. ¡Llévame hasta ella!
Argos no pudo. Cayó muerto a los pies de Ulises, fulminado por tanta felicidad...
Aquellos días hubo fiestas en Itaca por el regreso del viajero, y cuando contaba sus aventuras mientras comían cordero asado en la playa, y bebían buen vino, todos querían ser sus amigos. Decían que lo habían conocido desde niños, que habían jugado juntos, o que lo habían conocido de muchacho los más viejos. Ulises sabía que muchos eran sinceros y se alegraban de su vuelta. Otros no, pero querían halagarlo, , pues era famoso y se codeaba con dioses y cíclopes y había escapado de Gárgoris y Habidis y de tantos peligros.
Y pensaba en su fiel Argos, , ahora enterrado bajo la encina centenaria que había en su huerto, que sin saber si llegaba glorioso o vencido, enfermo o sano, le había conocido al instante y sólo le había importado que el amo había regresado por fin a casa.
---------------------------
TRADUCCION PARA CASTELLANOPARLANTES (AUNQUE ASÍ, COMO TODAS LAS TRADUCCIONES, PIERDE PARTE DE SU FUERZA, COMO DICEN LOS ITALIANOS, TRADUTTORE, TRADITTORE)
ENSAYO DE CANTICO EN EL TEMPLO
Oh, que cansado estoy
de esta cobarde, vieja, tan salvaje tierra,
y como me gustaría irme hacia el norte,
donde dicen que la gente es culta,
noble, limpia, espabilada y feliz.
Pero nunca seguiré mi sueño
y me quedaré aquí hasta la muerte
ya que yo soy tambíén muy cobarde y salvaje
y además, amo
con desesperado dolor,
a esta pobre, triste, sucia, desgraciada
patria.
Yo siempre he tenido un “penchant”por lo truculento, por las historias de crímenes, por los asesinos y cosas así. No sé de dónde me viene. Pero cuando era jovenzuela compraba todas las semanas un periódico que se llamaba El Caso, en el que venían siempre casos de crímenes terroríficos, y te lo explicaban todo con pelos y señales. A mí me gustaba mucho leer todo aquello, me divertía la mar, y los guardaba todos. Cuando me casé, mi madre aprovechó para tirármelos todos a la basura, dándome un disgusto. Paciencia.
Pues ahora en Internet he buscado algunos de aquellos criminales que entonces llamaban mi atención, y yo seguía en los periódicos, y sobre todo en El Caso, sus peripecias. Había uno que era de mis preferidos, no porque me cayese simpático, que no me caía ninguno, sino porque me intrigaba mucho y me sigue intrigando la forma de actuar de la gente, hasta dónde pueden llegar. Ya dijo no sé quien, que el corazón humano es un abismo insondable. Y es verdad.Se trataba de El Arropiero. Pues este arropiero era hijo de uno que hacía arrope y lo vendía, y eso es como un dulce de la posguerra hecho a base de higos secos, que yo nunca he probado y que debe ser un asco, pero la gente lo compraba. Al morir su padre, él, que era el hijo del Arropiero, se quedó con el título. Estaba mal de la cabeza, Mató, según confesó, en España, Francia y Alemania, a casi cien personas. No se pudieron probar todos estos crímenes, que él relataba como sus hazañas. Estuvo un tiempo en
A mí, cuando era pequeña, me contaban mis padres muchas cosas de Filipinas, pues un bisabuelo o tatarabuelo, ya no me acuerdo, del que ya hablé, estuvo de gobernador allí, y se trajo muchas cosas bonitas. Un abanico de marfil labrado como encaje que tengo yo porque se lo choricé a mi madre, y otras cosas. Entre ellas el famoso chal bordado en plata, que eso sí que me duele el que haya desaparecido. Mi madre me contaba que en Filipinas tienen una especialidad patológica, que es cierta, pues yo lo he leído después en libros de psiquiatría. Y es el correr el amok. De pronto le da a uno ,siempre un hombre, una locura momentánea, coge un machete o lo que encuentre más a mano para cargarse a alguien, y corre como un descosido, llevándose por delante a todo aquel que encuentra, y rompiendo cosas a su paso, como alma que lleva el diablo. A eso se le llama correr el amok. Parece que solo ocurre en Indonesia. A mí a veces me han dado ganas de hacer algo parecido, pero me he contenido.Hay cosas curiosas. Como aquellas dos criadas francesas, que estuvieron toda la vida de sirvientas en casa de unos burgueses, y un buen día les degollaron y les hicieron trocitos, que guisaron. Misterios de la mente humana. No habían dado nunca pruebas de alteración psiquica alguna. Luego hicieron una película llamada en Francia Les Abysses, Los Abismos, que se refiere a la sima profunda que tiene el alma humana.
Pero no asustarse, que yo no soy capaz de matar ni a una hormiga. Cuando estoy en la terraza procuro no pisarlas, pobrecitas. Ellas van a su bola. No las molesto. También tengo multitud de lagartijas, que de ésas se encarga
No voy a escribir más porque voy a asustar al personal. No temáis , queridos, yo aunque sea amante de los crímenes truculentos, no pienso cometer ninguno, a menos que me lo pongan a huevo, léase que me la hagan muy gorda. Pero en el fondo soy una buenaza.
DEVUÉLVEME EL ROSARIO DE MI MADRE
Yo tenía una amiga desde el colegio, con la que compartíamos pupitre (ya cuento la anécdota del bocadillo más atrás) y era mi mejor amiga. Me caía bien. Entonces no había problemas.Pero cuando estuvimos en edad de “merecer”tuvo una reacción rara. Ella siempre decía que le daban miedo los hombres, y su padre la hacía ir por la vida con un pito de árbitro colgado del cuello, por los exhibicionistas. Entre su familia y las Teresianas de los cojones le hicieron un lavado de cerebro y, aunque de joven era una belleza estilo Sofia Loren (su abuelo paterno era de Livorno, de ahí su apellido italiano), huia de los chicos.Ella siempre decía que era muy fría. Tiene una hermana 10 años mayor que ella, viven solas y le hermanita nunca me ha podido ver, no sé por qué, tiene celos o qué se yo. J, la mayor, la tiene completamente dominada. Porque perdió su ultimo trnvia y está amargada. Pero J me la suda. Los disgustos me los daba mi supuesta amiga, RMP, que me hacía cada putada que pa qué. Por ejemplo, me sentó muy mal queso madre muriera prematuramente de cáncer, nos veíamos a menudo y yo la notaba tristona. Le preguntaba y decia que no era nada. Esta señora, si no recuerdo mal, tardó como un año en morirse, nos veíamos con frecuencia y un dia me llama desolada diciendo que su madre había muerto de cáncer de hígado. Yo me quedé de piedra, me enfadé bastante, porque tener cáncer que yo sepa no es ninguna vergüenza,y esto, le dije, no lo hace la que yo suponía era mi mejor amiga. Hay que decirque esta tía es un poco rara, tiene miedo a comprometerse con la cosa más tonta y está siempre detrás de la roca.No es por lo que me ha pasado con ella, pero nunca he conocido a nadie tan cobarde.Siempre detrás de la roca. En cambio yo, será porque estoy loca, pero me va la marcha y he tenido una vida entretenida, he militado en el PC, últimamente y gracias a la educación recibida en el cole y en mi familia de beatos, me he convertido al Islam pero de verdad, pues lo cierto es que siempre me han caído bien los musulmanes, y su religión es la que más me convence. Pero esto es ahora irrelevante. Hablando de mi supuesta amiga, a los 25 años dijo que se retiraba del mundo y sus obras, y no pensaba casarse (y no es lesbiana) porque hasta la idea de meterse un tampax la “escarrufaba”.Ahora comprendo que era como el cuento de la zorra (nunca mejor dicho) y las uvas. Pues todo el grupo de amigas nos fuimos casando, pero seguiamos saliendojuntas a cenar y hablar de literatura francesa (qué nov suena, pero es que ella era catedrática de francés en el instituto. Iba vestida muy castamente, jamás se puso un bikini, que entonces solo llevaban las extranjeras, todas ibamos de un bañador de una pieza, que eran muy decentes, pero su madre , para que no se le viera ni un poquito de canalillo, le ponía por la parte de arriba casi un palmo de otra tela, con lo que era el cachondeo general. La segunda faena que me hizo, que me sentó muy mal y le eché una bronca, porque yo soy de las que dice las cosas cara a cara, no como ella, quees una hipócrita, de esas que delante te pone una cara y por detrás te apuñala, pues me enfadé porque un día, así, me suelta:”-¿Sabes que ya no vivo en la calle del Mar?””¿QUEEE?-le contesté yo estupefacta, porque saliamos con regularidad, y comprar un piso estupendo en Santa Catalina no se improvisa, lleva su tempo, la compra, la mudanza… Pues yo me cabreé, porque no entendia por qué me lo había ocultado, y sigo sin entenderlo. Todo me lo decía a toro pasao, cosa que me sacaba de quicio. Yo me ponia furiosa, porque no llegaba a entenderlo. Y ella contestaba “es que yo soy así”.Hasta cuando se iban de viaje me lo decian al regreso.Bueno, pensaba yo, hay gente para todo. Pero yo sabía que con la arpía de la hermanita me dejaban verde a mis espaldas, y Paco me decía:_”Rosa no es tu amiga”. Yo le contestaba que ya sabía que por delante me hacia una cara y por detrás se reían de mí, pero como eran tan raras y yo tenía mucho cariño a RM, debo ser masoca, cuando me enfadaba me pedia perdon y yo yo, gilipollas que soy, la perdonaba porque la quería de veras. Lo que más daño me hizo es que una vez que vinieron, hace dos añoscomo todos los veranos, a merendar a la terraza y comian como limas nuevas,yo les preparaba unas meriendas exquisitas.Todo fue bien, pero cuando se marchaban y se metieron en el ascensor, que estaba allí mismo, creyendo que ya nadie las oía, empezadon a reirse a carcajadas como quien ha aguantado el trapo mucho rato. Yo estaba muy dolida y se lo dije, y no sé que jilipollas me contó, pero no lo nego. Yo yo, imbécil, tragando sapos y culebras. Pero estos días pasados, que he estado para una operación en una clínica, he tenido muuuucho tiempo para pensar, y llegué a la conclusión de que a estas alturas de mi vida ya no tenía por qué aguantar que me putearan. Yo,que tengo más baba que un caracol y soy violenta y rencorosa, y mis lectores lo saben, la llamé por teléfonoy le solté todo lo que acabo de contar. Se puso hecha una furia (encima) y yo la mandé a la m. Quien siembra recoge luego lo que ha sembrado. ¡AH!!. Pero la sorpresa vino después, que cuando le dije que no queriaverla más, y que no se le ocurriese llamarme para nada, Paco , que había estado escuchando todo me dio la enhorabuena. Yme dijo ¿ves como ya te decia que RM no era amiga tuya? Nunca te lo he dicho, pero cuando´éramos novios se me insinuó varias veces.-¿Y por qué no me lo dijiste, que he estado 30 años haciendo el indio?. “-Es que me parece que lo hacia con todos… -me contesto. Paco es persona conciliadora y no como yo, que me gusta la bronca. Entonces sí que me quedé de piedra. Yo, que creia que ya estaba de vuelta de todo me habia dejado 30-años-30 tomar el pelo de mala manera. ¡Y ella que va de virgen vestal por la vida!¡Que pedazo de hija de puta! La casta amiga temerosa de los hombres era una cosa muy fea, que se llama
Calientapollas.¡Qué verdad es el refrán ese que dice: “del agua mansa líbrenos Dios, que de la otra me libro yo”. Qué tia, me queria levantar el novio, supongo que por envidia. Y siempre tan políticamente correcta… caray con la Madre Vestal¡¡¡.en la Biblia hay una frase que me gusta especialmente, que dice que nada de lo que esta´oculto dejará de salir a la luz, tarde o temprano. Y es verdad.Todo esto que he escrito juro por la salvación de mi alma que es cierto, no he exagerado nada y pasó ayer. Desde luego, como dicen los musulmanes Allah Akbar, Dios es grande. Y a ti, traidora, sabe que despachándote me he quedado como perro sin pulgas. Yo yo te queria.